Profesionalización y gestión pública
En tiempos en los que la carrera administrativa del funcionariado público, así como su propia existencia y legitimidad son puestos en debate, una reflexión en primera persona sobre la necesidad de planificar estrategias de profesionalización de la administración pública municipal nos invita a reflexionar sobre la urgencia de políticas transparentes que no sólo redunden en la democratización de los procedimientos de selección, calificación y promoción de las/os agentes del gobierno local.
Por Ayelén Reynoso.
Luego de haber trabajado casi nueve años como empleada pública de la Municipalidad de Campana, puedo afirmar con certeza que resulta necesario un cambio radical de las condiciones laborales de los trabajadores públicos de nuestra ciudad, y considero que la jerarquización y profesionalización del empleo público es una solución a muchos problemas de fallas de implementación e inestabilidad en todo el ciclo de las políticas públicas.
Todos los ciudadanos queremos que la Administración Pública sea un sector del Estado donde se ofrezcan bienes y servicios públicos de calidad en forma equitativa y eficaz. Y que el mismo cuente con funcionarios y empleados capacitados y ágilmente resolutivos.
La falta de motivación personal y económica del personal que pertenece a planta transitoria o permanente de la Municipalidad, en gran parte se debe a la desigualdad que existe en las condiciones laborales que tienen respecto de quienes pertenecen a la planta política –desde Subdirectores hasta Secretarios-.Los primeros transcurren años y años desarrollando las mismas tareas, recibiendo a cambio un sueldo ínfimo y aumentos paupérrimos, sin motivación a ascenso o innovación en la forma de implementar el trabajo. Los últimos, son designados en forma discrecional por simple elección de su superior con la excusa de la confianza política, muchas veces sin la preparación académica correspondiente, sin requisitos profesionales, y a sabiendas de que será un trabajo temporario mientras dure la gestión política, lo que implica otro nivel de compromiso con el trabajo.
La falta de motivación personal y económica del personal que pertenece a planta transitoria o permanente de la Municipalidad, en gran parte se debe a la desigualdad que existe en las condiciones laborales que tienen respecto de quienes pertenecen a la planta política.
No se visualiza ningún atisbo de conciencia respecto de que el capital más valioso de la administración pública municipal es el empleado de planta, que es el que lleva adelante todas las tramitaciones de reclamos, atención al vecino, quien conoce todos los cambios habidos durante varias gestiones de gobierno, el que conoce a todos sus compañeros de otras áreas y secretarías para trabajar en conjunto. Muchísimos de ellos realmente lo hacen con verdadera vocación de servidores públicos, aunque también con ánimo de desgano por encontrarse en una estructura cerrada, anclada en una estructura burocrática, ausente de incentivos a la promoción laboral y sometidos al desgaste que genera depender jerárquicamente de personas que muchas veces no cumplen su horario laboral, desconocen absolutamente el trabajo a su cargo y la modalidad de los procedimientos del área.
La Municipalidad de Campana podría adoptar procedimientos que jerarquicen y profesionalicen la función pública y de esa manera ir en búsqueda de obtener un mejor rendimiento y una mayor calidad en el desempeño de los empleados públicos.
Resulta necesario dejar de lado las propagandas políticas de transparencia y los procedimientos abstractos de certificación de normas ISO que nadie aplica, y comenzar por promover que el trabajo municipal sea un puesto de trabajo competitivo y anhelado por cualquier ciudadano, con el beneficio de menor carga horaria, con mejor salario, donde se respeten la antigüedad pero también la capacitación e idoneidad para cada puesto.
La creación de un sistema de profesionalización del empleo público es una propuesta innovadora que motivaría al empleado, a la vez que jerarquizaría la función pública. Concebir esa agenda de profesionalización de la gestión del gobierno local no significa en modo alguno licuar la esencia política del mismo.
El cambio puede generarse mediante esfuerzos estratégicos, comenzando por abrir a toda la comunidad obligatoriamente una vez al año los procesos de concursos y selección en los diferentes puestos escalafonarios, agilizando los tiempos de la convocatoria y adjudicación y dándoles mayor legitimidad mediante la conformación de una mesa técnica compuesta que involucre a los funcionarios políticos del área correspondiente, gremios mayoritarios y especialistas de universidades, quienes evaluarían la formación, experiencia y antigüedad de los postulantes para el cargo específico y resolverían por mayoría la designación en cuestión.
A fin de facilitar la formación continua de los empleados y funcionarios municipales, se deberían ofrecer capacitaciones en formatos de corta duración, las cuales conferirían puntajes tenidos en cuenta en los procesos de concursos y selección. Estos espacios de capacitación, además de fortalecer las competencias de formación de unos y otros, se podrían constituir en un valioso espacio de intercambio y sinergia entre agentes de las plantas política, permanente y transitoria, cuyas perspectivas personales y de conjunto es imprescindible integrar en un horizonte común.
Ello mejoraría la gestión integral de los recursos humanos, contemplando aspectos positivos en una dimensión humana, adoptando nuevos formatos de reclutamiento, capacitación y promoción de salarios más competitivos de los empleados públicos, así como sistemas de evaluación del desempeño. Sería importante crear una estructura que evite mantener en el mero voluntarismo de los líderes políticos y los administradores públicos el interés de progresar de cada trabajador que la integra.
La creación de un sistema de profesionalización del empleo público es una propuesta innovadora que motivaría al empleado, a la vez que jerarquizaría la función pública. Concebir esa agenda de profesionalización de la gestión del gobierno local no significa en modo alguno licuar la esencia política del mismo. Entendemos que el Estado es una organización cuya legitimidad y finalidad es política, pero cuyas claves de gestión podrían mejorarse notablemente si los estándares de calidad organizacionales acompañaran a los lineamientos políticos que deben estar tan claramente definidos como las pautas de funcionamiento cotidiano de una gestión, en las que una jerarquización del empleo público municipal constituye un ítem prioritario.
Publicado el 24 de diciembre de 2023