Pablo Garrido

Una militancia por la cultura y la educación

Alberto Pablo Garrido (Campana, 1940 - Campana, 2016) había nacido en Campana en la nochebuena de 1940. Su vida y su carrera estuvieron signadas por un claro y tenaz compromiso con su tiempo; un compromiso signado por su vocación política que siempre tuvo por norte el desarrollo cultural educativo de su región como matriz transformadora para el fortalecimiento de los elementales lazos cívicos y ciudadanos de una democracia a la que vio hundirse en el más oscuro de sus abismos en la última dictadura cívico militar y por la que consumió todas sus fuerzas después de la restauración democrática.

Por Oscar Trujillo.

Una militancia por la cultura y la educación

Formarse y militar en los setenta

En toda su vida pública, fuese en las aulas, en su militancia política, en su banca de concejal o convencional constituyente; la cultura y la educación fueron su desvelo.

Se graduó como Profesor en Historia en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires, donde se desempeñó como ayudante de cátedra en el Profesorado en Historia y en la cátedra del Dr. Rodolfo Ortega Peña de la Facultad de Derecho. Fue docente, además de las Universidades de Mar del Plata y Tecnológica Nacional, así como del Instituto Superior de Formación Docente Nro. 15 de Campana, en el Profesorado en Historia, carrera de la que fue fundador y primer coordinador. Dictó clases también en el Magisterio del Instituto Superior de Formación Docente Nro. 116. En el Nivel Medio, fue profesor de la Escuela Normal "Eduardo Costa", del CENS 162 de Adultos y de la Escuela de Enfermería de la Municipalidad de Campana.

Eran tiempos de efervescencia política y cultural. Un clima que alentaba a la concepción de una militancia formada e instruida. Toda una generación de jóvenes comprometidos con una idea de la cultura como clave de la transformación política de su mundo.

Elegido primer director del Centro Regional Campana, Garrido supo marcar en esas gestiones en las que debió encarar la propia fundación y puesta en marcha de la institución; la resistencia al cierre y la lucha por la reapertura; una impronta de claro compromiso local y regional, con fuertes -y estratégicos- lazos de conexión con los gobiernos democráticos locales, referentes de todo el arco político e instituciones de las comunidades del área de influencia del Centro Regional. Esos lazos le permitirían no sólo transitar tan complejos años, sino también sentar las bases de la propia existencia del Centro Regional hasta el presente, caracterizado por una intensa actividad de extensión y participación en la vida pública e institucional de la región.

Elegido primer director del Centro Regional Campana, Garrido supo marcar en esas gestiones en las que debió encarar la propia fundación y puesta en marcha de la institución; la resistencia al cierre y la lucha por la reapertura; una impronta de claro compromiso local y regional, con fuertes -y estratégicos- lazos de conexión con los gobiernos democráticos locales, referentes de todo el arco político e instituciones de las comunidades del área de influencia del Centro Regional

Tiempos sombríos: de la resistencia a la dictadura a la restauración democrática

El golpe de Estado de 1976 implicó el inicio de un proceso muy contradictorio. Mientras por un lado la Universidad iba creciendo y adelantando su expansión, la crisis política implicó, además de la inmediata renuncia del Rector Mignone, una intervención que aceleró el camino que desembocaría en la clausura de la Universidad en diciembre de 1979. El 9 de enero del año siguiente se cerraban los Centros Regionales y se disponía la reubicación de los estudiantes en otras casas de estudios.

La restauración democrática incluyó en su agenda la reapertura de la Universidad. En efecto, en 1983, como parte del proceso de reconstrucción de la vida cívica que comenzaba a transitar la sociedad civil, se había constituido la Coordinadora Nacional de la Universidad Nacional de Luján, en apoyo a la reapertura. Nuevamente la tenaz actitud de los docentes del Centro Regional, fue protagonista de una intensa campaña de concientización. Una actividad promovida después de la realización de la elección de octubre, convocó a entidades educativas y de los partidos políticos, además de numerosos estudiantes y representantes de las fuerzas vivas de la región. En el acto, Garrido señalaba que “La Universidad Nacional de Luján no es una casa de estudios más, sino que está hecho con un concepto diferente donde la regionalidad es fundamental. No es una universidad elitista sino para quienes tienen aptitudes; su objetivo es formar profesionales enraizados y comprometidos con su región y comunidad”. (El Pueblo de Zárate, 7 de diciembre de 1983).

La voz de Garrido, encabezando una solicitada publicada en el principal matutino de la Capital Federal, amplificaba la posición, denunciando que la clausura de la UNLu “no fue un hecho extraño al período de nuestra historia reciente y actual, signado por la falta de libertad, la corrupción y la injusticia. A diez años del comienzo de las clases en Luján y a tres años de su cierre, los docentes que trabajábamos en ella deseamos expresar al gobierno democrático electo nuestra alegría ante la próxima apertura, lo cuál significa el desagravio de todos sus alumnos, sus graduados y sus docentes. Deseamos expresar el compromiso de trabajar para que la Universidad de Luján, en un país libre, democrático y justo, tenga la libertad que le posibilite alcanzar el máximo nivel académico, a través de la docencia, la investigación y el servicio a la comunidad”. La esquela era firmada además por los docentes Malacalza, Lisogorsky y Camaly (Clarín, viernes 9 de diciembre de 1983)

Un 15 de agosto de 1984, con la presencia del Rector normalizador Enrique Fliess, los intendentes de Zárate y Campana y autoridades de instituciones varias, se reabría el Centro Regional. Decía Fliess entonces: “Después de pocos días de la simbólica reapertura de la Universidad de Luján a la que asistió el Presidente de la Nación Dr. Raúl Alfonsín, hoy con gran emoción estamos aquí reabriendo este Centro Regional, cumpliendo con las promesas que se hicieron durante la campaña por su reapertura. Creo que el Profesor Garrido es el mejor ejemplo de esta lucha, por ello creemos que va a ser un excelente conductor de esta casa”. (La Auténtica Defensa, domingo 19 de agosto de 1984).

Al año siguiente, con una inscripción de 311 alumnas y alumnos para las carreras de Administración de Empresas y Desarrollo Social, en un local cedido por la Cámara Unión del Comercio y la Industria de Campana, un nuevo ciclo daba comienzo: “La reapertura de la Universidad Nacional de Luján y de sus centros regionales, ha sido un acto de justicia”. (La Auténtica Defensa, martes 12 de marzo de 1985).

Pensar y militar para TRANSFORMAR

Presidente del Instituto de Estudios Municipales "Arturo Jauretche" de Campana, ámbito de debates, conferencias y exposiciones que funcionó entre 1989 y 1991, fue uno de los principales artífices locales de la renovación del justicialismo local después del retorno de la democracia. De las filas de ese innovador proyecto cultural nacieron iniciativas como las plasmadas en la Revista Transformar, en cuyas páginas se previeron muchos de los elementos fundantes del futuro gobierno local, con espacios dedicados a la planificación estratégica, la educación y el desarrollo social y económico de Campana en perspectiva regional. El instituto supo ser además una cantera prolífica para la formación de cuadros de gobierno, a la vez que un eficaz punto de diálogo transversal y multipartidario. Nombres como los de Cristina Teixidó, Héctor “Tito” Baggio, Irene García, Olga García, Fernando López Palmero entre otros, fueron protagonistas de esos tiempos germinales.

De las filas de ese innovador proyecto cultural nacieron iniciativas como las plasmadas en la Revista Transformar, en cuyas páginas se previeron muchos de los elementos fundantes del futuro gobierno local, con espacios dedicados a la planificación estratégica, la educación y el desarrollo social y económico de Campana en perspectiva regional.

Concejal por el Partido Justicialista, fue presidente del partido a nivel local, y Convencional Constituyente en la Asamblea Constituyente de la Provincia de Buenos Aires en 1994, donde impulsó la aprobación del artículo 44, dedicado especialmente a la protección del patrimonio cultural. Fue secretario de Cultura y Educación de la Municipalidad de Campana desde 1995 hasta 2004.

Tuvo además una activa producción en la investigación histórica, destacándose su participación en numerosos Congresos Nacionales de Historia, como invitado de la Academia Nacional de la Historia. Replicando esa experiencia, impulsó la puesta en marcha de las ya tradicionales Jornadas de Historia Regional del Profesorado en Historia de nuestra ciudad.

De esos encuentros, fueron publicados dos trabajos de investigación: "la presencia del Chaco en la obra recopiladora de Pedro de Angelis", Separata del Quinto Congreso Nacional y Regional de Historia Argentina, celebrado en Resistencia y Corrientes del 1 al 5 de setiembre de 1981; y "Campana. Un modelo de desarrollo económico social en el período 1900-1905" Separata del 8vo. Congreso Nacional y Regional de Historia Argentina, Buenos Aires, 1998.

En el año 2008, ya retirado de la vida pública, fue uno de los galardonados con la Orden de la Campana, en el año del Centenario de la Institución que lo creó, la Cámara Unión del Comercio e Industria de nuestra ciudad. Merecido homenaje, el premio coronaba así una larga lista de batallas que Pablo supo dar en las arenas de la política, de la cultura y la educación.

Cultura y educación con compromiso cívico

Proponer abordar desde una historia de vida un capítulo semejante de la historia política de la Argentina reciente implica el desafío de ver cómo estas trayectorias, estos discursos y acciones permiten contextualizar las claves de un período. El caso propuesto implica, además, un merecido homenaje a muchas otras individualidades, anónimas en su mayoría que dejaron jirones de su vida en un proceso en el que el debate por las ideas y las utopías sesgó a una generación y marcó a fuego a las futuras.

Fue 15 años después de la reapertura del Centro Regional cuando el propio Pablo Garrido, recordando con emoción los años de la resistencia y lucha por la reapertura reflexionaba: “Asomaron rápidamente a mis recuerdos los años aciagos del cierre, el temor en esos momentos en el cual una simple voz opositora era acallada con la desaparición y muerte por el nefasto sistema militar que imperaba y que acallaba las voces más frescas que reclamaban (…) Éramos una de esas voces los que tenemos el orgullo de haber sido protagonistas de un hecho inusual para los campanenses; luchas por un sistema educativo que respetara la educación pública y la participación plena de sus integrantes. (…) Me pregunto: ¿qué podría decir a mis hijos y a mis nietos cuando me pregunten ¿Qué hiciste vos por la vida, papá? Contestaré: Lograr que la universidad continuara su vida normalmente en un sistema democrático” (La Auténtica Defensa, martes 14 de septiembre de 1999)

La versión completa de este artículo fue publicada en la Revista Red Sociales, Revista del Departamento de Ciencias Sociales, 9 (5), 79-90. Luján, 2022.

Arte: Rodrigo Trasciatti

Publicado el 24 de diciembre de 2023

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Comentarios

José Barreto

7 de enero de 2024

EXCELENTE,QUE SE ESCRIBA SOBRE LA VIDA DEL PROFE PABLO......MI PROFE DE HISTORIA EN LA NORMAL, MAS DE UN VEZ COMO ERA EL INICO QUE VIVIA EN EL LUBO, ME ALCANZABA HASTA CASA EN SU DOGE COLOR CREMA......UNA GRAN PERSONA